jueves, 11 de julio de 2013

El Consejo del Agua de la cuenca del Ebro respalda por una amplia mayoría el borrador del nuevo Plan Hidrológico


05/07/2013

El documento da impulso a nuevas líneas de gestión hídrica buscando el equilibrio entre las distintas reivindicaciones territoriales, las exigencias ambientales y las demandas de todos los usuarios.

El Comité de Autoridades Competentes se reunirá mañana para dar su conformidad a la propuesta del Plan, paso previo para que el documento básico de la gestión de la Cuenca sea elevado al Gobierno para su aprobación definitiva mediante Real Decreto 

Junto a una nueva gestión más eficiente y sostenible del agua, el borrador plantea que la participación pública sea una de las piedras angulares de la gestión. El propio Plan es el resultado de un intenso proceso de participación, en el que se han recogido propuestas en todo el territorio de la Cuenca, en más de 120 reuniones con más de 1.700 asociaciones e instituciones que representan todo el entramado social en cada subcuenca. 

El borrador del Plan apuesta, también, por el desarrollo agrario, industrial y energético del Eje del Valle del Ebro en el marco de la sostenibilidad ambiental. Así, aboga, por un lado, por las actividades agropecuarias mediante el incremento de la eficiencia en el uso del agua; la incorporación y conservación de piezas de regulación; el desarrollo de nuevos regadíos altamente tecnificados y el apoyo al desarrollo rural, mientras que por otro mantiene su defensa a favor del medio ambiente, apostando por la mejora de la depuración, del control de la contaminación y vertidos, del control de retornos agrícolas, etc. 

El Plan se desarrolla en base a tres pilares fundamentales:  
  • Cumplimiento de objetivos ambientales, con planes dirigidos principalmente a depuración y saneamiento; reutilización de aguas residuales; restauración de ríos y riberas; medidas agroalimentarias; lucha contra la contaminación; control de los vertidos, Redes de Control; lucha contra las especies invasoras y mejora de la continuidad de los ríos.
  • También incluye líneas que favorecen la extracción de áridos y establece una cota mínima de explotación del embalse de Mequinenza (la cota 105) para los requerimientos de caudal ecológico y usos en el Bajo Ebro. 
  • Satisfacción de las demandas actuales y futuras, mediante un programa de usos agrarios; la conservación de infraestructuras de regulación; nuevos aprovechamientos hidroeléctricos y un plan de fomento de usos recreativos y lúdicos.
  • También apuesta por la ejecución de infraestructuras de regulación y regulaciones internas, al valorar que no hay recursos adicionales en ninguno de los sistemas de explotación para atender nuevas demandas y usos y que existe un déficit en la Cuenca de 900 hm³/año por insuficiencia de recursos, especialmente en la Margen Derecha, debido a la falta de regulación y por efecto del cambio climático. 
  • Mejora de la gestión de fenómenos extremos, a través de un programa de actuaciones ante las avenidas; la cartografía de zonas inundables; los Planes de Emergencia de presas; el plan especial de actuación en situación de sequías; la adecuación de defensas, limpiezas y una mejora de la prevención, con una especial mención a la herramienta pionera en la gestión de la Cuenca frente a estos fenómenos, el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). 
  • El Plan, además, sienta las bases para facilitar la realización de pequeñas limpiezas en ríos y establece la coordinación con el Plan de Gestión de riesgos de inundación, en aspectos relacionados con estructuras, restauración fluvial, mejora de la prevención, alerta temprana y la promoción de la seguridad. 

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